Con acentuado respeto, prolongaron el rojo, los semáforos de
la cuadra para darle tiempo a Perla de cruzar la calzada. Trabajosamente
encaminó sus pasos hasta el centro mismo de la vieja plaza. Una farola, dormida
en el día, entreabrió sus ojos y dio un guiño satisfecha de recordarla. Los
árboles murmuraron, con el viento en sus copas, las repetidas veces que vieron
su entrada.
Sus mismos pasos sobre ladrillos rojos…
El mismo sol, que tarde a tarde la esperaba…
El bebedero con su chorro en fuente…
Y un séquito de palomas volando alborotadas.
Con dificultad plegó su cuerpo hasta sentarse, como siempre,
en la misma banca. Quince años repitiendo el camino desde su casa hasta la
plaza. Quince años en donde el tiempo dejó sus pisadas en cada surco sobre su
cara, puso nieves en sus cabellos, volvió torpes sus movimientos y apagó con
nubes el fulgor de su mirada.
Todas las tardes en la misma banca…
Allí mismo se conocieron de jóvenes: Perla era una aplicada
estudiante de economía, él un mimo callejero de malabares y payasadas. Se le
acerco sonriendo, llena de colores su cara, Se inclinó ante ella en un
exagerado saludo, extendió su mano dibujando arabescos en el aire, para
ofrecerle una rosa, en un elegante acto de magia.
Compartieron muchos años de su vida, repletos de la dicha de
un amor en calma. Hasta un mal día en que él se enfermó y marchó, dejándola sola con sus nostalgias
Por eso regresa cada día por la tarde a esa misma plaza.
Donde se conocieron. Donde viven los ecos de sus malabares y magia. Anda y desanda
sobre ladrillos rojos sus cansados pasos hasta la banca, donde se
encuentra con él y estira su brazo para enlazarse con la misma nada.
Mientras las palomas mansas invaden sus hombros, sus brazos,
su falda. Y una entre todas se aleja y regresa para traerle una rosa. Quien
sabe de dónde…como en un acto de magia.
…
Mimo Chispa Mime & Carlos de France
Acuérdate de apagar el reproductor de la página antes de dar play al video
Esta es una historia enhebrada con pedazos de recuerdos
de una amiga quien hoy la lee por primera vez. También puede ser la tuya o la
de alguien cercano. Si tú quieres cuéntame una historia y yo te la escribo.
Mis sinceros agradecimientos de mi post anterior. Me
trajeron muchas devoluciones entre ellas una de mi querida amiga Estrella del
bloghttp://estrella-blogdeestrella.blogspot.com.ar/de Alicante. España. que copio y pego a continuación:
Mi
querido Daniel!!
No
sé cómo agradecerte a tí, amigo mío, tus palabras, tu amistad, tu compañía,
porque eres tú con tus relatos, con tu sensibilidad, quién abre el camino, quien
camina a nuestro lado, porque eres grande, porque tienes un corazón inmenso y a
todos nos das cabida, por ser sincero en tus sentimientos, por hablar siempre
desde tu alma, por dejar tus puertas abiertas para conocerte y quererte, por tu
amabilidad...por todo eso, soy yo la que te da las GRACIAS A TI, por este
reconocimiento a todos tus amigos, grandes personas, que ven en ti, lo que yo
veo, un referente, un amigo, una hombre lleno de bondad, quien se merece tantos
buenos amigos que vienen a verte, los que te comentan y los que no, pero a
ninguno dejas indiferente.
Gracias
por tu poesía, la de tus palabras, la que hace que la vida sea más hermosa, más
querida, la que hace de la esperanza, algo palpable y real.
Gracias
por estar aquí con todos nosotros, me siento orgullosa de pertenecer a esta
gran familia que formamos desde todos los rincones del mundo, sintiéndonos
unidos a tí.
La
canción es para emocionar, es preciosa de verdad!!
Y
las fotografías y los haikus, me gustan mucho!!
Un
gran abrazo a tu corazón!!!!
Un
beso...una sonrisa!!!!
Es aquí donde uno totalmente emocionado se pregunta ¿Qué
tan virtual es esto? ¿Qué tan fuerte pueden llegar a ser estas amistades que
nacieron hace ya tiempo a través de simples enlaces entre unos blogs que decidieron compartir su pasión por escribir? Y yo mismo me respondo que es tan real como cualquier
otra cosa.
Ahora bien. No aquí, sino en un sitio de intercambio he
tenido que plantear y limar algunas asperezas. Los que comparten ese sitio
conmigo sabrán a qué me refiero. Defendí allí, basado en mi propia experiencia,
el sacrificio que implica para cada uno de nosotros el ser bloggero, la
dedicación, el esfuerzo y por sobre todo el tiempo que nos demanda. Tiempo para
escribir, para postear, para comentar y tiempo extra para salir a visitar a
quienes nos visitaron y comentaron, para leerles y a su vez también comentar.
Use para defender mi punto de vista la referencia a una entrada del conocido
amigo Humberto Dib quien llama a ese devolver “Reciprocidad”, buena y exacta
palabra para definir la interacción que uno vuelca en la caja de comentarios.
Quienes me contradecían desde otro punto de vista afirmaban que un blog es para
distracción… para divertimento… para experimentar…
Y Yo sostenía que no:
Un blog es un compromiso…
Un blog es una tormenta de pasión…
Un blog es algo que se te mete dentro de tu propio ADN y
se convierte en un cromosoma más…
Un blog es todas esas cosas y muchas más…
Quien quiere distracción bien puede comprar una
revista en el kiosko de la esquina para leerla en el jardin, Quien quiera
divertirse puede sentarse y encender el televisor y quien quiera experimentar
debe saber que su blog quedará en eso un simple experimento.
Un blog es como un familiar por el que estamos dispuestos a donar sangre si es necesario y sin estudios previos porque compartimos el mismo Grupo y Factor…
Muchos recordarán mi saludo de hasta hace muy poco, en
cada visita,”Tamally maak”. En árabe quire decir que siempre estaré contigo. Al
día de hoy sigo cumpliendo con esa promesa. Trato de ser atento y cordial con
quien me visita y puntilloso a la hora de comentar cuando visito.
Si miran en el lado derecho del blog encontraran el
enlace de blogs amigos y, que alguien me avise si no está en él,. Los queribles, los
cercanos, los invaluables, los que nadie se debería perder de visitar y leer. Los
publicito con imagen y en letra grande. Ese blogroll ocupa uno de los espacios
más importantes de mi página. Y esto lo he decidido así porque mi blog vive gracias y por ustedes. Sin ustedes mi
Blog y el alcance de Nidael Doré - Escritor en las redes no sería nada.
Así y todo no me reconozco en el comentario de Estrella. Soy
un tipo que desde joven fue empujado por la vida a caminos difíciles. Transité
a "campo traviesa" siempre saltando alambradas, clavando abrojos sobre
mi ropa y sangrando mis manos cada vez que fuí por rosas. Todo para llegar a ninguna parte,
simplemente donde ahora estoy. El que nunca nada me haya sido fácil no me hizo mejor o peor que otro. Pero si, más severo y duro conmigo mismo.
Conviven en mí muchísimos defectos. A saber: Soy extremadamente
orgulloso, arrogante por demás, de sobras egocentrista, creído de mí y con
muchos aires de divismo. Aun así, me descubro, al compararme con otros, uno más…
Pero, lo que si importa es que soy de aquellos que que se juegan por los amigos. De los
que están. De los que se ponen tristes cuando le cuentan penas y que se ríen
ante el humor. El que guarda secretos, trátese del secreto que sea. El que comparte. El que los sigue para aprender y el que comenta como un gracias. En definitiva
un buen tipo. No llego a ser ese que pinta Estrella, pero apuesten que me gustaría
serlo. Lo que si me alegra es que alguien hable así de mí y mucho más si ustedes se lo creen .
Abrazos a todos. sin distancias ni tiempo y mil disculpas
por ocuparlos con estas palabras.
...
El TELÉFONO BLANCO
El rostro de Zulma permanecía ensombrecido a pesar del reflejo
de las grisáceas luces con que el día arañaba el cristal de las ventanas, en
aquella mañana:
-¡No!...Esto es un terminante ¡No! – Le habían dicho sus
padres…
Era el invierno del “73” por lo que sus jóvenes dieciséis
años se sometieron como era costumbre para esos tiempos, a la voluntad de sus
padres, y lejos estaba de ella el desobedecer.
Pero… ¿Cómo avisarle a él? La cita era ese mismo sábado en una
confitería de la Ciudad de Buenos Aires. Mitad de camino para ambos, que vivían
en provincia y en lados opuestos de la gran urbe. En su casa no había teléfono…
Sentada en el living sujetó cuanto pudo las lágrimas de
sus ojos y enjugo las pocas que se le escaparon. Un televisor frente a ella
parpadeó las imágenes, en blanco y negro, que irradiaban su pantalla. A mitad
de la emisión de una película la actriz protagonista Zully Moreno acudía a
atender una llamada telefónica y levantaba para ello un teléfono blanco, que
para esos tiempos era un símbolo de elevado glamour para una casa.
Zulma quedó totalmente impresionada con esa escena de la
mujer vestida de blanco, en un living blanco y con un teléfono, en su mano,
también blanco. Y proyectó su angustia a la falta de ese aparato. Ese aparato
que con solo levantarlo podría decirle te quiero al ser que amaba, estuviera
donde estuviera. Ese aparato que a más de ser un simple pedazo de bakelita
contenía el mínimo suficiente de tecnología para hablar de amor y acariciar
oídos a través de un metro de cable enroscado como serpentina y una red
impensable de tendidos y postes.
Al otro día, a media mañana, arrastró, con suma tristeza,
sus pies, uno tras el otro, al caminar la distancia que le separaba del
teléfono público, dentro de la terminal de micros, a media distancia de su
casa, Quería disculparse por haber faltado a su cita…
Con los primeros pasos ya preveía…En los siguientes
anticipaba…Y en los últimos intuía lo que se iba a encontrar…
Una sola moneda le bastó para confirmar lo que temía: Su
ausencia había provocado que él tuviera una larga espera inmersa en desilusión
y frio. De nada le valió disculparse armando oraciones con sus - ¡Por favor! -
ni la presentación sincera de su - ¡No es excusa! -. Inútilmente las palabras
se amarilleaban en sus labios y caían sobre el piso como hojas secas y frágiles
de un invierno más…El auricular, totalmente insensible, solamente le devolvió frases
cargadas de enojos y rencor. El amor se
moría… justo antes de empezar…
A su regreso Zulma fue regando de tristezas su camino:
Los pájaros abandonaron, entristecidos, su cantar
Marchitaron sus pétalos en el cáliz, las flores,
contagiadas al mirar…
Y estiraron desnudas ramas, Los árboles intentándola abrazar…
Hasta el sol, fugitivo de ese día gris, se asomó apenas
por un ratito entre las nubes queriendo dar calor a ese corazón que iba helando
en su penar...
…
Como nadie vive de recuerdos: Hoy Zulma tiene otra vida
esta felizmente casada y es madre de un hijo varon. Esta historia es parte del pasado.
El tiempo se ha ocupado de enterrarla. Tan solo su memoria insiste en traer de
vuelta ese recuerdo desde el rincón oscuro de las fotos viejas donde subsiste desteñido
tirando al sepia y carcomido por manchas de humedad.
¿Qué por qué guarda este recuerdo? Ni ella lo sabe. Debiéramos
suponer que es por ese valor que le damos las personas a cierta simbología como
los anillos de enamorados, las fotografías casuales o aquellas cartas, atadas
con cinta, que duermen sin sentido en algún lugar.
El rostro del muchacho se le borrado con el tiempo. Así
debía ser… fue algo sin importancia…Una cita frustrada… Un amor que no fue… Lo
que no alcanza a borrarse es esa sensación de tristeza que la embarga cada vez
que recuerda que, aún hoy, después de 39 años, hay un lugar vacío, allí, entre
sus deseos donde debería haber un teléfono en una fijación imperecedera de
poseer ese aparato cuya falta le impidió comunicar a su debido tiempo una ausencia
obligada.
Ahora, y por si a alguien tuviera la feliz idea de
asistir a Zulma a llenar ese vacío: Por favor… que sea blanco…
El video de hoy es imaginario de quien dijo no al otro
lado del teléfono y luego se llenó de arrepentimiento.
Luciano Pereyra – Los recuerdos no abrazan
Recuerda apagar el reproductor de la página antes de dar
play al video.
Por esas cosas de agregar gadgets dentro del blog, Algunos más
útiles que otros me descubrí revisando uno que coloqué hace mucho al que llaman
Top Ten de Comentarios y me encontré con la sorpresa que no solo funcionaba
sino también que destacaba los nombres de aquellos que engalanan este espacio
con sus amables y repetidas visitas y comentarios. Por lo que me pareció
significativo nombrarlos y agradecerles a cada uno en forma individual
Rebecca de http://deseosderebecca.blogspot.com.ar/
(90) - Mi hada de las canciones. Siempre
buscando las letras de las canciones de los videos que enlazo con total
generosidad… ¡Gracias!
PiliMªPilar de http://ro-manoslibres.blogspot.com.ar/ (23) –
El hada de los vocablos castellanos. Un volver a las raices poéticas sin dejar
de ser nueva… ¡Gracias!
Elisa de http://lichazul.blogspot.com.ar/
(16) – La poeta del condor y la cordillera. La de la vista aguda y la fortaleza
alta… ¡Gracias!
Y para los muchos que comentan y no están en esta lista va también
mi agradecimiento para ellos. Por llegarse, por seguirme. Por leerme y por
comentar.
A todos...! Muchas gracias!
POSTALES - LEJANÍAS
Vocal song - Sombras nada más
Recuerda apagar el reproductor de la página antes de dar play al video
Esta historia es un pequeño homenaje a Brenda una de mis
seguidoras por su permanencia en el tiempo visitando mi blog y comentando.
La sugerencia de un amor en su vida es un permiso de mi
libertad al escribirla y corresponde a mi imaginación. Nunca, en ninguna
comunicación conmigo me dejó entrever que lo tuviera.
Como simple picardía de mi parte he escondido el nombre
de su blog dentro del relato. Simplemente deseo que este texto sea de su agrado
pues lo estará conociendo al mismo tiempo que ustedes.
COMO UN GORRIÓN...
La pequeña muchacha iba, dibujando garabatos ilegibles con
la tiza de sus pasos sobre el pizarrón de las veredas…
Un par de botas de cuero escondían el bajo de sus jeans
azules quienes, a su vez, atrapaban la camisa a cuadros encimada por una
campera. Sus cabellos oscuros le caían ensortijados, a ambos lados de la cara,
como serpentinas lanzadas en el auge de una fiesta. Una fiesta a la que asistieron sus ojos. Curiosos
de todo lo que ven. Ojos grandes como los que enlucen la portada de algún manga
japonés.
Brenda acomodó el bolso que llevaba al hombro y sujetó
con fuerza el liado de libros contra su pecho para cruzar la calzada. Libros que
la acompañaban cotidianamente para sus estudios. Libros, culpables ellos
siempre de sus urgencias y de sus tardanzas, que imponían sus horas de solitarias
veladas y quemadas pestañas.
Transitó entre la gente hasta llegar a su casa. En el
dormitorio, arrojó los libros sobre la cama y se sentó frente a su ordenador
para revisar y contestar los mensajes de sus redes sociales. Sonrió, frente a uno
de ellos, realizando su acostumbrado mohín en el lado derecho de la comisura de
sus labios que le dibujó simpáticos hoyuelos sobre su cara y, corriendo como
llegó, se aprestó a salir. Los Beatles se miraron, entre ellos, sorprendidos
dentro de un poster en la pared y un Patricio almohadonado le preguntó a un
peluche del oso Pooh
- ¿Adónde irá? -
De nuevo su apurar entre la gente… De nuevo la gracilidad
de su andar…Los semáforos que la saludan cíclopes de color, cambiando sus
verdes en rojo para obligar a los vehículos a que admiren su pasar. Mientras inútilmente las vidrieras intentan vanamente
atrapar tan esquivo maniquí, entre sus vidrios espejados.
Una puerta abrió cerrojos… Un - ¡Hola! - ¡Hola! - Al saludar…Y al cerrarse la puerta... deberíamos imaginar
un largo y amoroso beso, de esos que arrugan al corazón como se arruga un papel
frágil entre las manos del tiempo.
La visita duró… Lo que alcanza la descarga de una película…
lo que dura la reproducción de unos Cds… apenas lo que tarda la tarde en caer: lo
que demora en su traza el sol al acostarse entre las sábanas naranjas tendidas sobre el horizonte y nada más… No tiene tiempo para el amor… Ahora no… Ahora
tiene que estudiar.
De vuelta ganó la calle urgiendo entre la gente… pequeña…
escurridiza…
Brenda es así. Con sus grandes ojos de manga y sus
rastros de tizas entre los pies, como un gorrión que no quiere jaulas e insiste
en ser libre y anda con pequeños saltitos jugando rayuelas sobre las veredas mientras
picotea migajas de la vida al azar.
Muchacha ojos de papel – Luis Alberto Spinetta
Recuerda apagar el reproductor de la página antes de dar play al video