sábado, 27 de agosto de 2011

Amarillas partituras

AMARILLAS PARTITURAS



Saltan, las manos de él, en el piano, sobre la larga hilera de teclas blancas como si fueran niñas jugando a la soga larga y una de ellas, con un burbujero, soplara notas dentro de pompas que sueltas al aire se elevan y estallan. Diana, mientras tanto con sus ojos cerrados balancea su cabeza marcando los compases, con golpes de lápiz, sobre su palma.

Compartían todo, juventud, amor, esencia, vida y sobre todo un amor especial por la música. Pero él era el privilegiado. El que tenía ese toque mágico que lo ayudaría a triunfar. No ella. Ella estaba a su lado sin condiciones porque lo amaba. Y sentía que debía acompañarlo, apuntalarlo y felicitarlo,  hasta que estuviera listo y la vida le descorriera los telones de la oportunidad para su salto a la fama.

Las hojas del almanaque que, día a día, recortaban, les proveía un andar mullido y cálido en el piso del hogar que compartían. Llenos de juguetones reproches y almohadas que volaban en juegos de guerra o imprevistos ataques haciéndose cosquillas para robar carcajadas Como si fueran pequeños niños en una  fiesta de pijamas.

Pero por las noches se volvían apasionados amantes, Fieras hambrientas de la carne del otro, repetidores de palabras para no olvidarlas. Talladores de besos sobre la piel mojada, Plantas de habichuelas mágicas enroscándose juntos para tocar el cielo, traspasando nubes en el florecer de sus habas. Para dormirse luego en una abrazada simbiosis de amor y esperanza. Con demorados amaneceres  de cama deshecha, ropa sobre los muebles y pantuflas extraviadas.

Así, transcurrían sus musicales días, enamorados, felices, sin pretender mucho. El tenerse y nada más. Por eso ocultó ella su gota de sangre, ni le dijo nada sobre su avanzada debilidad. Simplemente lo calló. Quería sostener la calidad de su música y el anhelo de su merecida fama, sonriendo como si no pasara nada.

Él componía sobre amarillas partituras su mejor melodía, tan solo para ella y Diana lo miraba feliz y enamorada…

De pronto… el desmayo, la sorpresa, la ambulancia. Y una melodía inconclusa… que quizás nunca sería terminada…

Video relacionado:
(Recuerda apagar el reproductor de la derecha antes de dar Play al video)


Gracias por visitarme...
¡Hasta el próximo sabado!

sábado, 20 de agosto de 2011

SENDEROS DE LADRILLOS ROJOS

SENDEROS DE LADRILLOS ROJOS


Con acentuado respeto, prolongaron el rojo, los semáforos de la cuadra para darle tiempo a Perla de cruzar la calzada. Trabajosamente encaminó sus pasos hasta el centro mismo de la vieja plaza. Una farola, dormida en el día, entreabrió sus ojos y dio un guiño satisfecha de recordarla. Los árboles murmuraron, con el viento en sus copas, las repetidas veces que vieron su entrada.

Sus mismos pasos sobre ladrillos rojos…

El mismo sol, que tarde a tarde la esperaba…

El bebedero con su chorro en fuente…

Y un séquito de palomas volando alborotadas.

Con dificultad plegó su cuerpo hasta sentarse, como siempre, en la misma banca. Quince años repitiendo el camino desde su casa hasta la plaza. Quince años en donde el tiempo dejó sus pisadas en cada surco sobre su cara, puso nieves en sus cabellos, volvió torpes sus movimientos y apagó con nubes el fulgor de su mirada.

Todas las tardes en la misma banca…

Allí mismo se conocieron de jóvenes: Perla era una aplicada estudiante de economía, él un mimo callejero de malabares y payasadas. Se le acerco sonriendo, llena de colores su cara, Se inclinó ante ella en un exagerado saludo, extendió su mano dibujando arabescos en el aire, para ofrecerle una rosa, en un elegante acto de magia.

Compartieron muchos años de su vida, repletos de la dicha de un amor en calma. Hasta un mal día en que él se enfermó  y marchó, dejándola sola con sus nostalgias…

Por eso regresa cada día por la tarde a esa misma plaza. Donde se conocieron. Donde viven los ecos de sus malabares y magia. Anda  y desanda  sobre ladrillos rojos sus cansados pasos hasta la banca, donde se encuentra con él y estira su brazo para enlazarse con la misma nada.

Mientras las palomas mansas invaden sus hombros, sus brazos, su falda. Y una entre todas se aleja y regresa para traerle una rosa. Quien sabe de dónde…como en un acto de magia. 


Te invito a sugerir el video o la canción que pueda acompañar 
esta historia antes de las 20.00 Hs del Domingo para publicarlo


Video sugerido por Natidai. Gracias por tu aporte



sábado, 13 de agosto de 2011

UN SILLÓN DE TERCIOPELO ROJO

UN SILLÓN DE TERCIOPELO ROJO


Afuera un hato de nubes grises se incrustó contra el cielo haciendo opaca la cinta de luz que profanaba los cristales, tiñendo las paredes de la habitación con un contrapuesto de sombras oscuras y claras

A pesar de sus años, se removió con enérgico nerviosísimo en el sillón para encumbrar el escritorio, en busca del cartapacio de cuero, quien cedió la virginidad de sus hojas en blanco al hollar de la pluma que, con letras temblorosas, dibujó cada palabra sacudida por un ahogado y estremecido llanto …

¿Cómo es que no entendían?… ¿Cómo no comprendían la dimensión de su amor?... ¿Es que no sabían ellos lo que es amar?.
.
¡O es, que acaso, reina, sierva, noble, plebeya, rica, pobre. Ofician distintas formas de amar!
Después de una vida plenamente vivida. Ella si sabía…

Sabía que el solo hecho de enhebrar sus dedos entre sus cabellos cubiertos con la nieve de los años, tiene para ella más valor que la vista de aquellos majestuosos paisajes, en las exuberantes comarcas, que ha visitado

Que nada más zambullirse en el agua mansa de sus ojos, le es más preciado que el lánguido abatir de las olas sobre las doradas arenas de cualquiera de los mares donde pueda  haber disfrutado sus playas.

Que desea más fervorosamente el placentero y único sabor de sus besos, que aquel único y exquisito manjar dispuesto  en la mejor mesa del más afamado restaurante del mundo…

Que los arrullos musicales que habitan sagradamente el tabernáculo de su voz, la hacen estremecerse tanto o más que la una orquesta sinfónica ejecutando, una marcha de R. Wagner.

Que cada vez que se hunde en sus brazos, cada poro de su piel recibe el calor de tropicales soles, que él le trae para ella,  desde la distancia. Y su corazón late en un acompasado ritmo tamboril con orígenes inexplorados en virginales selvas, para dormirse luego, acurrucada, en torno al fuego, que él improvisa, en el escondido refugio de sus majestuosas  y nevadas montañas.

¿Cómo es que no lo entendían?…

¡Qué importaba la edad!... ¡Ninguno de los dos era joven por cierto! ¿Pero por qué, esto les parecía una rémora mayor que el sólido argumento de querer pasar sus últimos años con el ser amado?

¿Por qué se oponían, con tanta vehemencia a que ella se casara?...

Creyó intuir el porqué… Cayetana soplo con su aliento el último rastro de tinta fresca antes de cerrar delicadamente el cartapacio: Luego estiró su mano por sobre el escritorio para tintinear la campanilla que llamaba al maestresala. La decisión estaba tomada. Convocaría al escribano de la familia para heredarles a sus hijos su cuantiosa fortuna, en vida, y continuaría adelante con los planes de su boda…

Satisfecha, reclinó su espalda sobre el terciopelo rojo del sillón y se detuvo a observar como el grupo de nubes grises eran dispersadas por el viento, descubriendo un diáfano cielo azul, más allá de su ventana.  Donde un pájaro contiene su vuelo y nada más al plegar de sus alas, suelta con ansias su más augusto trino, por el simple hecho de haber conquistado una rama, Entonces y por un momento, una dulce y sonrisa se instaló, enseñoreadamente, en los labios de Cayetana...

En noticias recientes:
La duquesa más rica y noble de España renuncia a todo por amor
Clic en el enlace para ver completa la noticia.

http://www.minutouno.com.ar/minutouno/nota/150583-laduquesa-mas-rica-y-noble-de-espana-renuncia-a-todo-por-amor/

Esta vez he decidido colocar el video sin esperar sugerencias porque me pareció el más adecuado para la ocasión:

Marcha Nupcial de la opera Lohengrin de richard Wagner
(Apagar el reproductor de la página antes de dar play al video)




sábado, 6 de agosto de 2011

AZAHARES BLANCOS

AZAHARES BLANCOS

Bosteza la mañana y sus finos rayos de luz se filtran a través de los cristales de las ventanas clavando alfileres blancos en el piso amosaicado de color de esmeralda.

Sonia sentada, cepilla una y otra vez, a ambos lados, de su cabeza la larga cabellera que le cubre los hombros como lenguas de petróleo derramado corrompiendo arenas blancas,  Totalmente ignorante y ausente del bullicio a su alrededor. Sonríe, porque está feliz. Hoy es para ella el día más especial de su vida. Hoy podrá concretar su amor. Mal le pese a todos los que se opusieron a su felicidad al punto de llegar a llamarla loca. Hoy se vestirá con un hermoso vestido blanco para ir al altar:

El órgano entregará sus arpegios incrustado sobre el púlpito,en el centro mismo de la planta alta.

Las notas nupciales descenderán danzando en el aire, desde el cénit de la nave, hasta caer en las llamas de las velas encendidas de los candelabros donde se vaporizaran con un chasquido, otras con mejor suerte se adormecerán entre las hebras de la alfombra y la madera pulida de las alineadas bancas.

Ramilletes de rosas albas en ambos flancos del sendero le darán su parabién entregando, al paso, generosamente sus  fragancias.

Disimulará sus temblorosos pasos apoyada en el brazo de su padrinazgo y esconderá sus lágrimas debajo del tul que sostiene su diadema.

Arrastrará orgullosa la larga cola de su vestido sobre la roja alfombra que se sentirá humillada al ser cubierta por tan inmaculado desborde de tela blanca.

Un pequeño ramo de azahares blancos se estrujará en su mano  como ofrenda de amor y esperanza.

Y allí, enfrente, estará él con un sí para su sí, tanto tiempo apretado en los labios. Corolario de una unión tanto tiempo esperada.

De pronto… las voces... las mismas de siempre… las que se oponen… las que impiden, las que niegan y contrarían. Sonia, deja caer el cepillo en el piso. Bruscamente se pone de pie… Nota en su cabeza la falta del tocado, por lo que estira su mano y arranca de un tirón el cortinado de la ventana dejando un tintineo de argollas sobre el piso… y huye… con el paño en su cabeza, descalza, casi desnuda… dentro de una bata blanca… Corre, desesperada, por los pasillos en busca de su amor y las enfermeras la persiguen para administrarle su cotidiana dosis de medicación indicada.


Te invito a sugerir un video relacionado con esta historia.


Video sugerido por Liliana 
11.30 Hs del 7 de Agosto del 2011
Fuego de noche, nieve de día. - Ricky Martin


Se sugiere apagar el reproductor de la página antes de dar play al video


..
Gracias Liliana por tu aporte.